La Doctora Albañal y Miss Sewers

La Doctora Albañal y Miss Sewers. La dualidad existe. Existe el bien, existe el mal, existe la luz, existe la oscuridad, existe lo femenino, existe lo masculino...el universo, amigos, es dual, y todas las criaturas que lo habitan, animadas e inanimadas, -si es que estás últimas existen- poseen esta cualidad. Hace unos años, por circunstancias que no vienen a colación, mantuve una relación, más o menos intima, o cuando menos de cercana, con una Alcantarilla de una de las corralas o casas de vecinos más famosas de La Villa y Corte. Una vez, en la intimidad, me confesó una peculiar circunstancia, que por mi juventud, o a eso lo achaco yo, no supe o no pude entender. Me confesó disfrutar de las conversaciones de las vecinas cuando se reunían a lavar, de su alegría cuando compartían cocina, de los juegos de la chiquillería, de las fanfarronadas de los hombres al abrigo de la oscuridad y el anisete, de la palabrería de los vendedores ambulantes (algún día os contaré la historia de un sustanciero digna de ser escuchada)...todo eso alcanzaba a entenderlo sin dificultad, era la vida que transcurría sobre ella. Pero ella también conocía la vida del subsuelo, la vida de lo lóbrego, lo putrefacto, lo oscuro...la vida que sucedía bajo ella, oculta al sol, a los humanos, y quién sabe si hasta oculta al altísimo. Me confesó,  sin titubeos, que algunas noches se deleitaba observando a las cucarachas, y cómo se fagocitaban entre ellas, devorándose las patas y otras partes del cuerpo, vomitandolas después para ingerirlas de nuevo, en lo que parecía más una visión del averno que del reino de Dios. Añadió también, con cierto regocijo, que le excitaba ver cómo algunas ratas devoraban a sus crías, y se quedaban plácidamente dormidas tras espantoso festín, junto a los restos ensangrentados de sus vástagos...¿Existe acaso mejor ejemplo de dualidad?...y tú, lector, ¿De verdad piensas que careces de parte oscura?...¡No me quiero perder Jamming!...

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