To be or not to be

That's the question...esta famosa cita literaria, que por cierto pierde todo su significado al ser traducida a la lengua de Cervantes, esconde enigmas que ni el mismísimo Shakespeare conocía en el momento de parirla, estoy seguro de ello.

No, no es igual ser que estar. Me viene a la memoria, por ejemplo, Sor María de Jesús de Ágreda. A esta fascinante mujer, monja de clausura, se le atribuye la evangelización de Nuevo México, sin abandonar nunca el claustro, claro. Este fenómeno es conocido como bilocación. Podemos creerlo o no, pero no es esa la cuestión. Para aumentar el dislate, viene la física cuántica y nos dice que una partícula puede estar en dos sitios de forma simultánea. Tal cual.

No tenemos que recurrir a estos extremos para explicar el ser y el estar. Otro ejemplo. Tú. Lector. Puede que ahora mismo estés en el metro, teléfono en mano, y hayas dicho: A ver que ha escrito el gilipollas este. O puede que estés tumbado en una cama, junto a tu niño que no puede dormir. O plácidamente recostado en tu sofá favorito. También puedes estar cenando con tu pareja y está se ha levantado para ir al servicio, o en una sala de espera, o fumándote un cigarrillo en un descanso...Da igual donde te encuentres. Por un momento, y no lo niegues, te has trasladado a todos estos sitios que he mencionado. Lo has hecho con tu mente, con tu imaginación. Ahí es donde quiero llegar.

No somos y estamos en el mismo sitio, o no siempre. Esto, en sí mismo, es algo maravilloso y permite hacer cosas maravillosas. Nos permite acariciar a la persona amada, aún a kilómetros de distancia. Nos permite abrazar a gente que ya no está, porque el tiempo tal y como lo conocemos no existe cuando no somos donde estamos. Nos permite proyectarnos hacia el futuro. Nos permite recrear hechos del pasado, ojo con esto. Es una poderosa herramienta, puede que la mejor con la que cuente el ser humano, solo hay que utilizarla con sabiduría. Sencillamente, apasionante....

To be or not to be.....felices madrugadas...

Fotografía: Gema Benito. Texto: Pepe Desastre. Todos los derechos reservados.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Faro de los enamorados

¿Me quieres?

Dos reales y un céntimo