1 2 3 Grabando

Schhhhhhh...1, 2, 3, grabando...

Siempre había sido una chica muy normalita en todo, y ese todo incluía también los temas de cama. Quizá no había encontrado al partenaire adecuado, quizá había tenido demasiados prejuicios, o quizá todo esto eran excusas y simplemente no había entrado en sus esquemas mentales con anterioridad. Ahora la cosa estaba cambiando. Él era perfecto. Siempre tenía la palabra adecuada, siempre sabía qué hacer en cada situación, siempre estaba pendiente de ella.. incluso bajaba la tapadera del retrete. Esa noche sería la ideal. Compró la cámara en unos grandes almacenes. Se sentía como una pequeña depravada, tuvo que hacer un gran esfuerzo para no ruborizarse ante el dependiente. La instaló en la esquina del armario, solo tenía que dejar la puerta ligeramente abierta. La sorpresa le encantaría, estaba segura. Cuando entraron en el dormitorio, evitó mirar hacia la cámara. Lucía lencería nueva, quedaría genial el rojo sobre el color vainilla de las cortinas. Empezaron a besarse y él era tan perfecto, que consiguió que olvidara la grabación. Cuando despertó, él ya no estaba, por desgracia no solía disponer de mucho tiempo. Se hizo un café y cogió la cámara del armario, estaba entusiasmada. Sentada en la cama, comenzó a visualizar la grabación...las motitas de café se distribuyeron por las cortinas color vainilla. No podía dejar de temblar...en la grabación aparecía una extraña criatura sobre ella; huesuda, blanca como la nieve, carente de bello y reoelta de unas singulares protuberancias por todo su cuerpo. En un momento dado, mordia, sin piedad, su cuello. Sin dejar de temblar, arrojó con fuerza la cámara al suelo, y comenzó a hilar todo: Siempre atento... detallista....bajaba la tapadera del retrete por su propia voluntad...era perfecto, ¿Un hombre perfecto?, ¿Un hombre perfecto?, Dios, como no se había dado cuenta antes. Rápidamente cogió el teléfono. ¿Qué si llamo a la policía? No, no, nada de eso, lo que hizo fue dejarle una nota de voz por WhatsApp, que decía: 🗣️

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