Abre los ojos cielo

Era la encarnación  viva de la mítica canción de Barón Rojo "Chicos del Rock". A finales de la roquera década de los ochenta, su madre, haciendo un tremendo esfuerzo económico, le compró su primera guitarra eléctrica, una autentica Marshall jcm 600 vintage.

Su padre los había abandonado años atrás, y su madre se había visto obligada a ganarse la vida limpiando domicilios ajenos. Salía muy temprano de casa, aún de noche y regresaba también de noche. Él estaba comenzando su adolescencia y no lo llevó nada bien. Durante años culpó a su madre de que su padre saliera huyendo y la trató a patadas. Eso lo llevaba dentro y más de una vez, con un par de whiskys había llorado y se había maldecido por ello.

Se refugió en el Rock. Su madre, a la que trató tan mal, le compraba de cuando en cuando LP´s de sus grupos favoritos: Barón Rojo, Barricada, Metallica, Iron Maiden...y su mayor anhelo, su deseo más intimo al que dedicaba la mayoría de sus ensoñaciones, era aprender a tocar la guitarra eléctrica.

Su madre se vio obligada a trabajar también los sábados. Cuando llegaba a casa, reventada, le preparaba a su hijo la comida y la cena del día siguiente. Nunca se compraba ropa. Nunca iba a la peluquería. Nunca se miraba al espejo. Para qué. Todas las pesetas que cogía eran para pagar los gastos corrientes de su humilde vida y para su querido hijo. El padre, ese tío mierda, o medio hombre, no volvió a dar señales de vida después de marcharse. Nunca.

Corría el año ochenta y ocho. Fue en navidad. Aquel día observó a su madre especialmente contenta. Incluso se pintó los labios con carmín e intentó poner un poco de orden en su descuidado pelo. Le hizo cerrar los ojos. Oía como arrastraba algo. Le dijo: "Abre los ojos cielo"...se quedó estupefacto. Allí estaba, delante de él. Una magnífica guitarra eléctrica. y no era precisamente de las baratas. Se abrazó a su madre y lloró. Lloró como no lo había hecho desde que su padre se marchó de casa. Aquella noche durmió abrazado a su guitarra...

Dos semanas después, lo sacaron de clase. Lo llevaron hasta el director. Un autentico capullo. Lo miró de reojo, sin dejar de escribir lo que fuera que estuviera escribiendo y le dijo: "No te vayas a casa al medio día, una señora de asuntos sociales vendrá a recogerte. Tu madre a muerto, le ha dado un derrame cerebral". 

El mundo se le vino encima. Fueron los días más amargos de su vida. No le quedaban lagrimas por echar. A su padre, al medio hombre, no lo encontraron. Tuvo suerte, una familia lo recogió e incluso le pagó clases particulares de guitarra. 

Pasaron los años. No le fue mal. Todos y cada uno de los días de su vida recordó a su madre. Sacó varios discos y llegó a ser muy conocido. Su primer disco: "Amor de madre". Su primera canción: "Abre los ojos cielo"...

Fotografía: Gema Benito. Texto: Pepe Desastre. Todos los derechos reservados.






Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Faro de los enamorados

¿Me quieres?

Dos reales y un céntimo