La Carta, Esa enigmática Señora capítulo 2
Llegué a casa algo cansado, mi trabajo en la oficina era rutinario: analizar operaciones de riesgo para algunas entidades de crédito; activo, pasivo, balances…pero os aseguro que pasar toda una jornada estudiando números (y lo que se esconde tras ellos) es agotador, y un lunes, más aún. Abrí el cajetín del correo. La mayoría de las cartas no las leía, solo eran facturas de electricidad, agua, mensajes comerciales…poco más, pero esa tarde recibí una carta distinta. Era de un papel de calidad, color vainilla. Incluso estaba perfumada…jazmín creo. No tenía remitente y estaba dirigida, escuetamente, al Sr. Slope. Por las características de la escritura; redondeada, sin adornos superfluos, cuidada, lenta, presionada… deduje que había sido escrita por una señora de edad avanzada, no menos de setenta años. Tomé una ducha rápida, encendí uno de mis puros aromáticos y me serví un generoso whisky single malt con tres piedras de hielo. Respetaba que en Escocia el whisky se tomara sin hielo,